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Salario Mínimo: cuánto perdió frente a la inflación en apenas 4 meses

Esta semana se definirá un nuevo monto. La pérdida trepa a más del 10% en relación al aumento de los precios de los alimentos básicos.

El Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil se reúne este martes, luego que entre noviembre de 2022 -mes de la última reunión y aumento de ese Consejo- y marzo el salario mínimo tiene una reducción real superior al 5%.

“Es decir que la reunión de este Consejo, convocada para el 21 de marzo, partirá de un piso sumamente bajo en el valor del salario mínimo”, según CIFRA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina). Con relación a 2015, la pérdida acumulada supera el 33%.

En noviembre 2022 se fijó un incremento del 20% en 4 tramos que  llevó el SMVM en marzo a $ 69.500. Descontando una inflación del 7% para este mes, de noviembre a marzo la suba promedio de los precios rondaría el 27%.

Así, el último aumento de noviembre resultó cortó y este mes el SMVM se ubica un 5,5% por debajo del nivel de noviembre.

En relación a la canasta básica alimentaría y de pobreza la caída, con relación a noviembre, es muy superior ya que superaría el 10%.

El Informe de CIFRA señala que “el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil muestra una tendencia negativa desde 2011, que resultó particularmente fuerte en los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri así como en 2020. Esta caída ha sido incluso superior a la pérdida real de los salarios registrados”.

Luego, “entre 2021 y 2022, en un contexto de inflación creciente, existieron siete instancias de actualización del salario mínimo, que no lograron una recuperación de su poder de compra. El año 2022 cerró con una caída promedio del salario mínimo real del 1,3%, que lo ubicó 33% por debajo del nivel de 2015”.

La ley de Contrato de Trabajo le asigna tres características al salario mínimo, vital y móvil. Es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral. Debe asegurarle alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional. Y debe ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida.

Es más que evidente que a $ 347,50 la hora o $ 69.500 brutos, más el eventual cobro del salario familia por hijo, resulta imposible cubrir todos los requerimientos que marca la Ley de Contrato de Trabajo cuando la canasta de pobreza para una familia tipo ronda este mes en torno de los $ 190.000, sin computar el alquiler. Así el SMVM no es mínimo, no es vital ni móvil en relación con la suba de los precios.

El salario mínimo impacta en los programas “Potenciar Trabajo” (más de un millón de personas) que cobran la mitad del salario mínimo y “Acompañar” (35.000 personas) mujeres y LBGTI+ en situaciones de violencia de género que perciben un salario mínimo durante 6 meses consecutivos.

También incide en los trabajadores registrados mensualizados o jornalizados que cobran menos del salario mínimo mensual o por hora. Y de manera indirecta como referencia sobre los trabajadores no registrados o informales.

También influye en la cuota de inembargabilidad de los salarios que equivale hasta el monto del salario mínimo, salvo por deudas alimentarias. A partir de ese valor, se aplica un porcentaje creciente sobre la diferencia entre el salario percibido y el SMVM.

Además, ajusta la jubilación mínima de los que se jubilaron con 30 años o más de aportes sin acudir a las moratorias. En esos casos debe equivaler al 82% del SMVM.

Por su parte, desde febrero 2023, el valor de la cuota de la medicina privada tiene como tope el 90% del RIPTE del mes inmediato anterior y se aplica para los titulares de las prepagas que posean ingresos netos inferiores a los 6 SMVM.