Cuando decidí emigrar evalúe detalladamente todo. ¿Qué es lo mejor? Mudarte a otro país es una decisión que marca un antes y después en la vida.
Quería estar segura de que ese “después” fuera el mejor.
Ante la vista del mundo, España y los demás países que conforma la UE, son países donde parece que la existencia está resuelta. “El primer mundo”, le dicen. Hoy no estoy muy convencida de esta frasecilla y mucho menos cuando, en unos días, España emitirá su voto y con él traerán el progreso o el declive en una balanza que se inclina, tristemente, de retroceso.
Las dos fuerzas de derecha españolas han tomado protagonismo. Las últimas elecciones municipales del pasado mayo fueron la prueba concreta. El PP arrasó en votos. “Podemos” casi ha desaparecido. Pero, todavía puede ser peor: VOX, el partido en contra de cualquier derecho humano, tomó relevancia. De otro extremo, el actual presidente Pedro Sánchez, líder del PSOE, hace sus intentos más remotos por permanecer y Yolanda Díaz, actual ministra de Trabajo y ahora, también, candidata a la Presidencia, pretende darnos un aire fresco y digno en medio de tanto caos.
Parece que lo que ocurra el Domingo ya está casi escrito.
Un cartel saluda una de las principales calles de Madrid con el mensaje “Tú a Marruecos” porque para Vox los refugiados valen lo mismo que una cáscara de mandarina. Otro cartel más allá dibuja un tacho de basura con el símbolo feminista y la bandera LGBTIQ+.
Su discurso de odio no se esconde, se manifiesta orgulloso en grandes plazas donde reparten y despotrican sus miserias.
Crees que lo has visto todo hasta que encuentras un video titulado “Latinos con Abascal”. Pensé que se trataba de una mala broma. Una compatriota lo abraza y lo llama presidente. Otro le sujeta los brazos y le dice “por una España Grande” y yo sólo me jalo los pelos.
¿Por qué? me preguntaba recordando años atrás cuando inmigrantes en USA apoyaban a Trump. ¿Es verdad eso de que el peor enemigo del latino es otro latino? Me niego rotundamente.
La respuesta llegaría unos días después gracias a los comentarios de Iñigo Errejón: “El fascismo es esa ideología criminal que propone al penúltimo pisar al último. Es verdad que tú estás mal, pero te puedes sentir un señorito por un día pisando al que está un poco por debajo de tuyo (…) En vez de desafiar tus condiciones por arriba descargas ese odio por abajo”.
Una profunda tristeza me invadió entendiendo su accionar y maldiciendo todas aquellas diferencias abismales que han dividido la vida de las personas entre las que pueden pagarse un alquiler y las que duermen en casas de acogida. Entre los que pretenden evadir impuesto a sus riquezas y los que evaden la vida misma porque ya están cansados de tanto.
“Al final no somos tan diferentes”, pienso mientras miro las noticias internacionales.
Termino de escribir y abro la pestaña del navegador que me muestra vuelos a Perú. Quién sabe si este Domingo sea necesario comprarlos.