La guerra en Ucrania parece ponerle fin al ciclo hegemónico de Estados Unidos. Las sanciones contra Rusia lograron un efecto boomerang que terminaron por fortalecerla, brindándole así, el apoyo suficiente para proponer junto a China una nueva arquitectura global para debilitar al dólar.
“El fracaso en Ucrania podría ser el principio del fin de la edad de oro de Occidente” Aseguró Mateusz Morawiecki, Primer Ministro de Polonia el 14 de Abril. Estos dichos no son azarosos, llegan en un contexto donde Europa atraviesa su mayor crisis desde la caída del muro de Berlín, una crisis de carácter económico, social y ambiental, iniciada a raíz de las sanciones contra Rusia. En Estados Unidos la situación también es difícil, desde hace dos años viene perdiendo terreno frente a China desde el campo de las tecnologías, hasta en el terreno geopolítico. El acercamiento de Turquía y Arabia Saudi al BRICS significó un duro revés para EEUU, ya que durante el apogeo de la globalización, fueron pilares fundamentales -junto a Israel- de la agenda occidental en la región. Estos dos actores están buscando la pacificación de medio oriente con el patrocinio de Rusia y China. En América Latina, Brasil se está esforzando para recomponer la UNASUR en línea con su proyecto de crear una nueva moneda sudamericana. En África la Unión Africana está expulsando las bases francesas ya que según ellos estas financiaban al Yihadismo y a la desestabilización de la región,el resultado de esto fue el fin de la “Operación Barkhane”, en donde las fuerzas francesas fueron expulsadas de Mali. Estos ejemplos son muestras de los cambios que está transitando el mundo y van en línea con una clara realidad geopolítica: El fin del orden Unipolar.
La multipolaridad y el receso del dólar.
Hasta 2016 las transacciones globales en dólar representaban un 87,6% , esto significaba un alrededor de 63% de las reservas globales, hoy vemos como esas reservas globales están tocando un piso histórico del 59%, un fenómeno que se viene acelerando desde el estallido de la guerra en Ucrania.
La utilización del dólar como arma para frenar a Rusia y la expulsión de esta del SWIFT produjo un efecto diametralmente opuesto, logrando unir aún más a Rusia y China, comenzando estos a operar con Yuanes y Rublos. Este prontuario sirvió como base para un fenómeno aún mayor; La utilización de monedas nacionales frente al dólar. De esta manera todos los países del BRICS comenzaron a comerciar con divisas propias las cuales hoy supera en porcentaje las transacciones globales del G7, sentando así, el comienzo de una nueva arquitectura global: La Multipolaridad.
Estas transformaciones geopolíticas que estamos transitando marcan un rumbo totalmente distinto al que estábamos acostumbrados, ya que no es una única voz la que dirige al mundo. En un futuro no tan lejano los organismos regionales tendrán una voz y un peso más fuerte, la multipolaridad es un hecho y transformarán radicalmente la historia de este siglo.
Axel Chaperon Oviedo
Estudiante de Sociología UBA,
Militante Social.